Revista Primer Acto

Sobre el cierre de La Nave de Cambaleo

por Carlos Sarrió (Director Artístico de Cambaleo Teatro y de La Nave de Cambaleo)

 

Un teatro es la casa donde se rinde tributo a la razón, al conocimiento. Es la casa donde los seres humanos se preguntan qué significa ser una persona. Y desde la libertad que da esa pregunta desafían a los dioses y al poder y se ríen de los dioses y del poder y de sí mismos. Cuando se cierra un teatro se pierde esta oportunidad. Y somos más pequeños aún en este universo enorme y lleno de incertidumbre.

 

Pequeña crónica de un desalojo

Cuando comienzo a escribir este texto han pasado alrededor de noventa días desde el cierre de la Nave de Cambaleo. Hace unos días terminamos de sacar, de lo que fue La Nave, los últimos enseres que hemos podido.

Este cierre de un teatro (disfrazado de desalojo por la supuesta inseguridad debido al estado del edificio) es innecesario, injustificado e injusto.

Lo primero, situarnos físicamente: La Nave de Cambaleo ocupa el edificio central del Antiguo Matadero de Aranjuez (siglo XVIII) desde 1996 en que se inauguró como teatro y sede de Cambaleo Teatro. Fue una cesión del Ayuntamiento de Aranjuez que promovió el PSOE e inauguró el PP. En Cambaleo siempre hemos tenido a gala manifestar esa normalidad democrática, ese consenso que hace que los proyectos crezcan con el paso del tiempo sin depender de vaivenes partidistas. Y también de que el intercambio era bueno tanto para el Ayuntamiento, como para Cambaleo, y para la ciudadanía en general. (La cesión del local era a cambio de la actividad, Cambaleo conseguía las ayudas para la actividad y Aranjuez ponía a cambio el edificio y el gasto de luz y agua)

Desde esa fecha han pasado cientos de compañías de teatro y danza, tanto para adultos como para la infancia y juventud. Se han desarrollado colectivos locales y hemos sido sede de varios festivales.

El día 30 de marzo de 2021, y sin mediar otra comunicación, el ayuntamiento de Aranjuez, por medio de un administrativo y más tarde por la policía municipal, nos comunica el precinto de la Nave por motivos de seguridad debido al supuesto estado de ruina de la Nave.

En cuanto pudimos tuvimos una reunión con la alcaldesa, que fue por internet, en la que estaban varios concejales, servicios técnicos, arquitecto municipal… Su planteamiento era que había que reparar el conjunto del antiguo matadero y que teníamos que desalojar, no había ningún plan para aliviar el daño que se hacía al proyecto y siempre hacían referencia a un estudio previo que justificaba el desalojo. También se apuntó el problema que suponía que el Convenio de Cesión hubiera caducado.

Siempre hemos mantenido que el edificio central del Antiguo Matadero, que ocupa La Nave de Cambaleo, no está en ruinas.

Es importante señalar que hace un año y medio empezamos la negociación de un nuevo Convenio de Cesión de la Nave a Cambaleo, el convenio cesaba en febrero de 2021. Con la excusa de la pandemia la cosa se fue retrasando y empezaron a poner problemas de tipo legal a la cesión, que decía debía ser por concurso público y no directa como hasta ahora, nosotros no poníamos objeciones, pero antes de cerrar el asunto del convenio sobrevino el cierre con la excusa de que el temporal de nieve había dañado al edificio.

A las alegaciones que presentamos a primeros de abril, nos respondieron el 3 de junio desestimándolas, arguyendo que no tenemos título de uso del edificio. Es decir, que se desestiman porque no tenemos nada que ver con el Matadero. Los 26 años de programación y de servicio público que se ha realizado en La Nave no cuentan.

Siempre hemos tenido claro desde el cierre que el objetivo era echarnos del matadero, no sabemos por qué. La bajeza moral y la mezquindad de esta respuesta lo demuestran. Es una forma de humillación y también de evitar tener que dar explicaciones sobre cómo se ha cerrado un teatro sin razones para ello.
Es posible que legalmente el Antiguo Matadero de Aranjuez sea del ayuntamiento y estos puedan echarnos a un lado. Pero legítimamente La Nave de Cambaleo es nuestra y cuando digo nuestra me refiero a todas las personas que nos han apoyado durante años.

Yo quiero dar las gracias a todas las personas, entidades, salas y compañías que desde el principio nos han mostrado su apoyo y su respeto. Sobre todo, a las personas de Aranjuez que han hecho suyo este sinsentido y no han dudado en protestar.

Lamentablemente de este suceso no aprenderemos nada. Es un evento más en el largo listado de agravios de esta España nuestra a la cultura, al arte, a la ciencia y al conocimiento.

Ahí estaremos…

 

FOTO: David Ruiz